Tendrás el regalo más original para tu boda.

Qué mejor recuerdo para las personas invitadas a vuestra boda que un pequeño fragmento de vuestras vidas en común, el fragmento donde todo empezó y vuestros caminos se cruzaron.

Relatos familiares

Regala una historia de vida única: El árbol genealógico de tu familia narrado. ¿Cuántas veces has pensado que había que apuntar las historias de la abuela para no perderlas? Construimos el árbol genealógico de tu familia y escribimos el libro de vuestras vidas.

Regala a tu abuelo o abuela una historia de vida inolvidable.

Rinde un homenaje al abuelo o la abuela, regalándole alguna de sus “batallitas” escritas en un relato. Seguramente no encontrarás un mejor regalo que hacerle y que le haga sentir tan feliz y reconocido/a.

Tu amigo tendrá un recuerdo especial.

Muchas veces es difícil decirle a un amigo o amiga lo importante que es. Qué te parecería relatar un momento compartido con él/ella y convertirlo en un regalo único.

Sorprende
a tus familiares

con un regalo especial

La Casa del Valle

Por la ventana rota de la derecha se filtraba un haz de luz pequeño que permitía proyectar sombras del exterior sobre la pared del lado izquierdo. Jonás permaneció inmóvil, olfateando entre el silencio y el olvido algo que le indicara que allí estaba lo que buscaba. Permaneció inmóvil, adelantándose al silencio. Su respiración era casi imperceptible. Agudizó el oído y concentró toda su atención en la habitación del fondo. Su vista ya se había acostumbrado a la oscuridad y podía percibir el contorno de lo que quedaba de la puerta de entrada. El marco de la puerta y lo que parecían los goznes arrancados, casi podía percibir el aliento húmedo que venía de dentro.


Una Tarde de Pipas

El bar está siempre vacío a esta hora. Veo que hay un hueco en la terraza, una mesa con dos sillas, pegadas a la jardinera de la esquina. No es el mejor sitio, desde luego, pero da algo de sombra y desde allí se ve la calle que sube, que siempre es la más transitada. Me acerco hasta la silla más pegada a la jardinera, la separo de la mesa y me siento. El camarero me mira desde lejos, su cara indica que no le ha agradado demasiado que yo me sentara, aunque, en realidad, siempre tiene esa cara de infortunio, de cuentas pendientes con la vida. Le pido una caña y me termino de acomodar. Se ha quedado un buen día….Aparece el camarero con mi caña y un plato de pipas, por qué pipas, ¿¿¿a quién se le ocurrió alguna vez que las pipas son un buen aperitivo??? Pero claro, las pipas dan sed y al final se beben tu cerveza. Inicio mi pequeña guerra personal...


El Doctor Martínez

El despacho llevaba cerrado varios años desde que el doctor Martínez se fue a vivir al pueblo con su hermana. No obstante, la habitación presentaba el estado impecable que le había acompañado durante sus años como médico en ese pequeño barrio de las afueras. Permanecían en la entrada el perchero, donde cada mañana colgaba su gabán y su sombrero y se ponía su bata blanca con olor a desinfectante; el paragüero con los restos de paraguas olvidados por pacientes; y el viejo sillón verde.


El Regalo de Jimena

Un día de febrero Jimena decidió bañarse de olor de mundo. Se desperezó despacito y abrazó cada bocanada de vida, entre llanto y llanto. El mundo se abría ante ella para recibirla y brindarle sorpresas, regalos y sobre todo la aventura de vivir. El primer regalo no se hizo esperar. Dos meses después nació su amiga Paula, envuelta en llanto y soplos de vida, como ella. Desde ese momento ambas iniciaron un camino acompasado, lleno de cumpleaños, descubrimientos y secretos al abrigo de las risas. Entre puntaditas de juegos, llantos, algún que otro enfado y sueños dibujaron una historia común. Así, cada día, la vida les brindó una y otra vez el enorme regalo de estar juntas.


Claro de Luna

El pequeño Luis abre los ojos despacio. Aún le cuesta asimilar tanta vida, demasiados estímulos a su alrededor, aunque entre ellos siempre busca el más importante: esa voz cálida y a veces triste, que le hablaba desde el otro lado, antes de llegar al mundo. Cada vez que la oye se siente reconocido, seguro, sabe que ahí está ella para sostenerle. Oye ruidos y afina el oído, buscando la voz de su madre. A veces, aunque ella no hable, la siente, como un claro de luna en medio de la habitación ahuyentando la oscuridad y el silencio.


La Luna de Praga

Jorge se levanta muy despacio para no despertar a Julia. Aún es temprano, pero está nervioso. Se asoma a la ventana y observa el cielo de Praga. ¡Qué bella ciudad! Piensa, le encanta poder compartirlo con Julia. Se siente muy afortunado de tenerla, de estar junto a ella, de haberla conocido. No podía ser de otra manera que Praga fuera la ciudad donde ellos sellaran su amor con un pacto, con el pacto de quererse sobre todo y pese a todo. Vuelve a la habitación, ella aún duerme, la mira en silencio y se muere de ganas de besarla.


El Secreto en el Bolsillo de la Abuela

La habitación de la derecha es la habitación del gran secreto, tres escalones hacia abajo y entras en el cuarto del tío Sebastián, al frente el cuadro de unas niñas jugando a la gallinita ciega, esa eterna angustia de la niña a punto de caer al pozo. Siempre ha sido la habitación más fresca, oscura y tranquila de la casa. Al pie de la cama un baúl, que sólo la abuela abre cada cambio de temporada para llenar de membrillo y preservar del hambre insaciable de las polillas las ropas del tío. Un ventanuco pequeño filtra una luz tenue, suave, que se proyecta sobre la cama, sobre el colchón de lana con el hoyo aún dibujado en su superficie. Huele a membrillo y a soledad y también a aceite rancio, porque a veces la abuela aprovecha el espacio sombrío para guardar los cántaros con restos de tocino para hacer jabón.


Regala una historia de vida única: El árbol genealógico de tu familia narrado.

¿Cuántas veces has pensado que había que apuntar las historias de la abuela para no perderlas?

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